En este proyecto, nos adentramos en la creación de un espacio donde la cocina y la naturaleza se entrelazan de manera armoniosa. Diseñada para aprovechar al máximo la luz natural y las vistas exteriores, esta cocina abierta se convierte en el corazón del hogar, ofreciendo una conexión visual y sensorial con el entorno.
La elección de materiales nobles y tonos suaves en la cocina se complementa con los grandes ventanales, que permiten que el paisaje exterior se convierta en parte del interior, creando una atmósfera de serenidad y bienestar. Cada detalle está pensado para brindar una experiencia única, donde la funcionalidad y el diseño se encuentran en perfecta sintonía con la naturaleza circundante.
Laura y Jordi, un matrimonio amante del diseño minimalista y la vida relajada, buscaban renovar su hogar para crear un espacio que reflejara su pasión por el arte y el bienestar. Su objetivo era disponer de una zona de estar que fuera más que un lugar para comer o recibir visitas; querían un espacio que inspirara calma, donde cada elemento tuviera su propósito y permitiera disfrutar del entorno natural que rodea su casa.
El diseño se concibió para respetar la esencia del hogar, donde los grandes ventanales ya ofrecían vistas excepcionales al jardín y permitían que la luz natural bañara el interior. Aprovechando esta ventaja, se incorporó una vitrina de diseño sofisticado, pensada no solo para el almacenamiento, sino también para exhibir su colección de vajillas, cristalería y objetos decorativos cuidadosamente seleccionados a lo largo de sus viajes.
Los materiales, seleccionados con mimo, como el cristal, la madera cálida y los acabados suaves, se combinaron para mantener un equilibrio visual perfecto. La vitrina, con un un sistema de iluminación ambiental integrado, resalta cada pieza con sutileza, creando una atmósfera acogedora tanto de día como de noche. El resultado es un entorno que transmite serenidad.
La disposición del espacio se reestructuró de tal manera que la zona de comedor y la vitrina se convirtieran en el núcleo visual de la estancia. Los muebles elegidos, como la mesa de madera natural y las sillas de líneas sencillas, complementan el estilo relajado y elegante que Laura y Jordi deseaban.
El resultado es un espacio donde el interior y el exterior conviven en perfecta armonía. Laura y Jordi ahora disfrutan de una estancia que no solo es funcional, sino que también actúa como una galería privada que cambia con cada nueva pieza que deciden exhibir. La iluminación integrada crea un ambientes único.
Este rediseño ha redefinido cómo Laura y Jordi experimentan su hogar. Su nueva zona les permite disfrutar de momentos de tranquilidad contemplando el jardín desde el interior, o de agradables veladas rodeados de amigos, donde el espacio se convierte en un reflejo de su estilo de vida sereno y acogedor. La vitrina, con sus líneas limpias y la calidez de sus materiales, es ahora el elemento central que añade profundidad y carácter a su hogar, haciendo de cada día una experiencia enriquecedora.